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martes, 31 de enero de 2012

Mutismo

INTRODUCCIÓN

Durante el desarrollo infantil las dificultades más frecuentes y evidentes suelen ser las relacionadas con el retraso madurativo y el aprendizaje; sin embargo, existen otras, más latentes y “silenciosas”, que a menudo pasan desapercibidas o no se les concede la suficiente importancia. Una de estas dificultades es el Mutismo Selectivo.

Este trabajo tiene como objetivo profundizar en su conocimiento y ayudar a los profesionales de la educación a realizar una detección temprana y una mejor respuesta a los niños con esta dificultad.

Vamos a tratar de describir las características del Mutismo Selectivo con el fin de diferenciarlo de otras dificultades del lenguaje y de la comunicación; intentaremos proporcionar a los maestros instrumentos para la detección y haremos algunas propuestas, orientaciones y pautas de intervención para la familia y la escuela.


¿QUÉ ES EL MUTISMO SELECTIVO?

Se puede definir el mutismo selectivo como la dificultad que presentan algunos niños para comunicarse verbalmente en entornos y situaciones sociales poco familiares y/o con personas poco conocidas.

Esta definición indica, por una parte, que los niños con mutismo selectivo tienen una competencia lingüística y comunicativa ajustada a su edad comprobada en el ambiente familiar próximo y, por otra, que esta buena competencia no se pone en práctica en otros ambientes y con otras personas.

La escuela suele ser el primer entorno social diferente al familiar al que se enfrentan los niños y, por ello, es el escenario en el que, en primer lugar, se hacen evidentes las dificultades de interacción y comunicación verbal y donde puede detectarse con mayor facilidad el mutismo incipiente. Además de las características propias del mutismo estos alumnos suelen presentar algunos rasgos de personalidad característicos como timidez, retraimiento social, dependencia, etc., que, en el caso de concurrir en el alumno, pueden agudizar el problema o contribuir a su consolidación.

¿CÓMO SABER SI UN NIÑO/A PRESENTA MUTISMO SELECTIVO?

Para discriminar el mutismo de otros trastornos o problemas de comunicación y lenguaje es preciso disponer de criterios e indicadores claros, de procedimientos de valoración eficaces y de instrumentos de medida fiables. Las fases en la valoración del mutismo selectivo son: Detección, Diagnóstico y Evaluación psicopedagógica.

*Detección

Dos son los factores fundamentales en los que centrar el proceso de detección:

- Las características (cualitativas y cuantitativas) de las interacciones verbales del alumno/a.

- La presencia o no de comportamientos asociados a inhibición y/o ansiedad.

Los procedimientos para la detección de la presencia de alguno de estos dos factores están basados en la observación y registro sistemáticos de los comportamientos verbales, comunicativos y de inhibición o ansiedad que el alumno/a manifiesta en los ambientes habituales y con distintos interlocutores. Con el fin de facilitar esta observación en el entorno escolar se ofrece a continuación un cuestionario:

Indicador

SI

NO

1

En el entorno escolar no habla nunca pudiendo hacerlo.

2

En el entorno escolar sólo habla en algunas situaciones.

3

No habla nunca con los adultos de la escuela.

4

Habla solamente con algunos adultos de la escuela.

5

No habla nunca con los niños de la escuela.

6

Habla solamente con algunos compañeros de la escuela.

7

Manifiesta ansiedad en situaciones de interacción verbal y contacto corporal (se mete los dedos en la boca, se remueve en su asiento, se muestra tenso…).

8

Rigidez en su postura corporal habitual (espalda y cuellos muy rectos, brazos caídos paralelos al cuerpo, boca abierta o apretada…).

9

Inexpresividad facial y corporal (no realiza gestos faciales, no sonríe, no gesticula con las manos ni con el cuerpo).

10

Conductas de evitación de la interacción social (mira para otro lado, baja la cabeza, evita el contacto físico…).

11

Conductas de evitación de situaciones sociales (no va al baño con los demás en grupo, no va a los rincones de trabajo del aula, en los recreos juega solo o con un niño…)

12

Se demora en la realización de tareas o actividades escolares más de lo debido.

13

Habitualmente no toma la iniciativa para asumir pequeñas responsabilidades (recoger o repartir el material…).

14

Habitualmente no participa espontáneamente en la dinámica del aula (no sale nunca voluntariamente a realizar una actividad, no levanta la mano…)

15

Habitualmente no se expone ante el grupo (se niega a salir a la pizarra, no participa en dramatizaciones…).

Los seis primeros indicadores expresan la sintomatología básica del Mutismo Selectivo, los otros nueve recogen algunos factores de personalidad o comportamientos característicos que suelen estar presentes en este tipo de alumnos; aunque conviene tenerlos en cuenta a la hora de describir y concretar el funcionamiento comunicativo y verbal del alumno/a, no forman parte de los elementos definitorios del trastorno y, por tanto, pueden estar presentes o no en cada uno de los casos.

La respuesta afirmativa a varios indicadores del primer bloque nos debe alertar para continuar la observación y profundizar en el análisis.

El diagnóstico y la evaluación psicopedagógica quedarán en manos del Equipo de Orientación educativa (EOE)

¿CÓMO INTERVENIR DESDE EL ÁMBITO ESCOLAR?

La intervención deberá tener en cuenta las siguientes premisas:

· Tanto las actitudes de sobreprotección como las que tienden a minimizar o ignorar el problema y que tienen como objetivo no provocar sufrimiento en los niños, no hacen más que reforzar e incrementar el mutismo.

· Las situaciones comunicativas naturales no son suficientes para superar el mutismo. Es necesario planificarlas y diseñar otras situaciones, garantizando siempre el éxito de los intercambios comunicativos del niño.

· En cada momento de la intervención se partirá de lo que el niño es capaz de hacer con ayuda.

· La exigencia se ajustará a una progresión y se mantendrá a lo largo de todo el proceso, evitando la tendencia natural a la acomodación, en el nivel alcanzado, tanto de los niños como del ambiente.

· La necesidad de rigor y sistematicidad y la diversidad de ámbitos afectados exige la coordinación de todos los implicados.

El objetivo final de la intervención es que el niño con mutismo selectivo sea capaz de interactuar verbalmente de forma espontánea con los adultos y niños de la escuela y de su entorno social y familiar, llevando a cabo peticiones verbales espontáneas y respondiendo de forma audible a las preguntas que los demás interlocutores le plantean.

PAUTAS Y ORIENTACIONES PARA LA ESCUELA

Partiendo del concepto de mutismo como un miedo exagerado a hablar, se entiende que una de las maneras de superarlo consiste en afrontar las situaciones socio comunicativas que lo provocan. Dado que en la escuela se producen gran cantidad de situaciones de este tipo, será uno de los entornos prioritarios en los que se debe centrar la intervención.

La tarea fundamental del profesorado y especialmente del tutor del niño será, por una parte, la de establecer una vinculación afectiva positiva con el niño que le aporte la seguridad suficiente para enfrentarse a las situaciones, y por otra parte, la de diseñar y planificar actividades de clase que requieran de una comunicación verbal. Estas actividades deberán estar graduadas en función del habla que se requiera en la situación comunicativa, para ello tendremos que manejar aspectos tales como la longitud de la frase, el tono de emisión, el número de personas presentes, la elaboración del contenido.

PAUTAS METODOLÓGICAS PARA NIÑOS/AS CON MUTISMO SELECTIVO EN EDUCACIÓN FÍSICA

  • Presentar materiales llamativos, novedosos que atraigan la atención del niño/a.

  • No obligar al niño/a a participar en la actividad en un principio si no es de su agrado. En este caso motivar muchísimo más al resto de los alumnos para que le entren ganas de participar en la sesión.

  • Si habla con algún compañero ponerlo siempre con éste y unirlos a otros grupos.

  • Mostrar suma paciencia y comprensión.

  • Gratificar cualquier éxito conseguido por insignificante que parezca.

  • Concienciar a la clase y establecer grupos de alumnos colaboradores.

  • Realizar explicaciones cortas concretas y claras.

  • Realizar actividades llamativas, motivantes, lúdicas, dinámicas, con gran cantidad de variantes y que tengan sensación de éxito.

  • Establecer una colaboración con la familia.

  • Hacer sentir al niño/a especial, querido, no aislado, comprendido…

CONCLUSIONES

Todos somos especiales a nuestra manera, porque no existe un ser humano estándar o común, todos somos diferentes. Algunos hemos perdido la posibilidad de realizar algunas capacidades o que simplemente no queremos mostrarlas. Por ello lo importante mantener el espíritu humano, la capacidad de crear, de querer. Lo importante está en nuestro interior y por ello debemos mostrarlo.

Por eso los maestros y concretamente los de Educación Física deberíamos hacer todo lo posible por sacar el interior que todo niño/a lleva dentro, adaptándonos ellos y adaptándoles las situaciones externas, pero con muchísimo tacto, ya que mi opinión la mejor adaptación es la que no se ve.

BIBLIOGRAFÍA

  • Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM III y IV). Barcelona: Masson.

  • Barbero, F., Maroto, G., Fernández, A. (1994). Tratamiento conductual en el colegio del mutismo electivo de una niña de 5 años, Análisis y modificación de conducta, 74, 989-921

  • Cambra, J. (1988). Mutismo electivo escolar: diagnóstico y estrategias de intervención, Informació Psicológica, 33, 48-52.

  • Díaz Atienza, J. (2001), Mutismo selectivo: fobia frente a negativismo. Revista de Psiquiatría y Psicología del Niño y del Adolescente, 1(3), I-IV.

  • Echeburúa, E. y Espinet, A. (1990). Tratamiento en el ambiente natural de un caso de mutismo electivo. En F. X. Méndez y D. Maciá (eds.), Modificación de conducta con niños y adolescentes (páginas 425-440). Madrid: Pirámide.

  • Olivares, J., Méndez, F.X., Bermejo, R.M. Mutismo selectivo: naturaleza, evaluación y tratamiento. Manual de psicología clínica infantil y del adolescente (págs, 299-320). Madrid. Ediciones Pirámide.

  • Olivares, J., (1994). El niño con miedo a hablar. Madrid, Pirámide.

Currículum:

Nombre: Francisco Manuel

Apellidos: García Ramírez.

Estudios: Diplomado por la Universidad de Huelva en Magisterio, especialidad Educación Física.

E-mail: franciscomanuel82@hotmail.com


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